Pingüino nada más de 3000 kilómetros hasta Australia; preocupa su propósito.

A medida que el cambio climático llega a la Antártida, entender por qué algunos pingüinos acaban tan lejos de su hábitat natural puede ayudar a orientar los esfuerzos de conservación.

Información: National Geographic / Imagen: Miles Brotherson, DBCA vía AP.

Los pingüinos emperadores son navegantes innatos, conocidos por sus exploraciones heladas en los confines de sus territorios. Normalmente estas aventuras son breves, pero un reciente suceso ha dejado asombrados a los expertos en vida silvestre: un pingüino emperador desnutrido y sólo, apareció en una playa de Australia a más de 3000 kilómetros de su hogar en la Antártida. Esta distancia es comparable a nadar 44,000 vueltas en una piscina olímpica de 50 metros.

El 1 de noviembre, el macho adulto, ahora apodado “Gus”, fue avistado en Ocean Beach, en Denmark, una ciudad de Australia Occidental. Este hecho marca la primera vez que un pingüino emperador llega al continente australiano. Gus fue rescatado por expertos locales y llevado a un lugar seguro.

En el mundo de las aves, estos desplazamientos raros se conocen como “vagancias”, explica Casey Youngflesh, profesor asociado de la Universidad de Clemson en Estados Unidos, quien utiliza la ciencia de datos para estudiar la ecología y la biodiversidad. Aunque no se comprenden completamente las razones detrás de estos viajes inusuales, se sabe que los pingüinos emperadores tienen varias adaptaciones que les permiten sobrevivir en su gélido hábitat.

Adaptaciones Únicas

Los pingüinos emperadores, que pueden alcanzar 1.15 metros de altura y vivir entre 15 y 20 años, residen en colonias que varían en tamaño desde unos pocos cientos hasta miles de miembros. Sus plumas densas y reservas de grasa les protegen de las temperaturas bajo cero y los vientos cortantes de la Antártida, mientras que su habilidad para sumergirse a profundidades de más de 450 metros los convierte en excelentes nadadores.

Estas características probablemente ayudaron a Gus en su arduo viaje a Australia. Sin embargo, fue encontrado con un peso tan bajo que su columna vertebral era visible. Ahora, Gus necesitará semanas de rehabilitación antes de poder ser liberado de nuevo en su hábitat natural.

Determinar la causa exacta de su desvío es complejo. Algunos expertos sugieren que pudo haberse desorientado debido a una tormenta o a la interrupción de sus sentidos de navegación. Aunque no es la primera vez que un pingüino emperador aparece lejos de su hogar —se registraron casos similares en Nueva Zelanda en 2011 y en Alaska en 2002—, estos eventos siguen siendo extremadamente raros.

El caso de Gus puede ser un indicativo de los rápidos cambios en el entorno antártico y el impacto del cambio climático en las especies locales. Los pingüinos emperadores dependen del hielo marino estable para reproducirse, pero el derretimiento acelerado de estas plataformas amenaza su supervivencia. Estos cambios ambientales, junto con la disminución de fuentes de alimento, obligan a algunos animales a buscar nuevos territorios.

Aunque la vagancia de Gus no es necesariamente indicativa de un patrón mayor, los expertos deben estar atentos. Un aumento en la frecuencia de estos eventos podría sugerir cambios significativos en el comportamiento de la especie, concluye Youngflesh.